La Posada del Qenti, ese rincón de paz en las sierras cordobesas, acaba de lanzar un libro que promete hacernos mirar con otros ojos esa pantalla que nos acompaña a todas horas. Se titula «Tecnologinitis, el síndrome de los zombis digitales», y su autor, Miguel Cané —ingeniero, coach y gerente del lugar—, no viene a demonizar los celulares ni a pedirnos que los tiremos por la ventana. Su enfoque es más sutil, más humano.

Con una mezcla de ironía y honestidad, Cané nos plantea preguntas incómodas pero necesarias: «¿Quién controla a quién? ¿Vos a tu teléfono o tu teléfono a vos?». No se trata de alarmarnos, sino de despertarnos. De recordarnos que, en medio de tanta conexión virtual, algo esencial se está perdiendo: la conexión con nosotros mismos… y con quienes más queremos.

Y porque el cambio comienza en casa, La Posada del Qenti presenta su nuevo Plan Detox Digital de 4 días para familias: un programa diseñado para ayudar a padres e hijos a reconectar sin pantallas de por medio. Incluye talleres prácticos (desde cómo crear «zonas libres de tecnología» en casa hasta actividades para recuperar la complicidad familiar), acompañamiento psicológico y médico donde lo único que brillará serán las estrellas… no las pantallas.

«No se trata de prohibir, sino de encontrar juntos un equilibrio», explica Cané. El libro Tecnologinitis sirve como base teórica de este plan, pero aquí la teoría se lleva a la práctica: con prácticas especiales para desconectarse del celu y actividades al aire libre disfrutando de las 400 hectáreas de reserva ecológica privada que posee la posada.

El libro no es un manual de reglas estrictas, sino una guía para recuperar lo que realmente importa. Cané, con su experiencia en ingeniería y bienestar, comparte su propio viaje hacia una vida más consciente, lejos del piloto automático al que nos acostumbran las notificaciones. «La tecnología prometió unirnos con el mundo, pero nadie nos advirtió que lo haría separándonos tanto de nosotros mismos», escribe.

En sus páginas —y en el Plan Detox—, encontraremos herramientas prácticas para reconquistar el tiempo de calidad, la presencia y hasta ese silencio interior que tanto nos cuesta encontrar. Porque, como bien dice el autor: «¿De qué sirven mil amigos en Facebook si no podemos mirar a los ojos a quien tenemos enfrente?».

Con este libro y su nuevo programa familiar, La Posada del Qenti no solo reafirma su compromiso con el bienestar integral, sino que nos tiende un salvavidas en medio del océano digital. Esa guía que necesitamos para no ahogarnos en likes y notificaciones, para recordar que la vida ocurre también —y sobre todo— cuando la pantalla está apagada. Una lectura (y una experiencia) imprescindible para quien alguna vez haya sentido que su teléfono le dicta el ritmo del día… o haya visto cómo se lo dicta a sus hijos.

¿El primer paso? Cerrar esta nota, mirar a los ojos a quien tengas al lado y preguntarle: «¿Y si probamos desconectar para volver a conectar?».