¿Qué sucede cuando no dormimos bien?
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Cuando dormimos poco, mal o en forma interrumpida, nos levantamos con poco ánimo, de mal humor, con ojeras y no podemos enfocarnos en nuestras tareas más importantes. Por eso, un buen descanso reparador es fundamental para nuestra salud y bienestar. Dormir bien ayuda a controlar el sobrepeso, mejora el metabolismo, disminuye el riesgo de sufrir de diabetes o enfermedades cardíacas y fortalece nuestro sistema inmune.
Si establecemos rutinas saludables previas al momento de acostarnos, podemos conseguir que nuestro descanso nocturno sea más efectivo y reparador. 1. Una cena ligera Nuestras nutricionistas recomiendan una cena ligera con verduras de temporada y cocinadas, ya sea al vapor, al horno o en un caldo. Comer verduras crudas de noche puede provocar gases, debido a que nuestro organismo va lento y cuesta más tiempo digerirlas. Se puede consumir también algo de proteína de rápida digestión como el pescado. Evitar carbohidratos y frutas porque tienen grandes cantidades de azúcar que no vamos a quemar por la noche. Es importante también esperar mínimo dos horas luego de la cena, antes de acostarse a dormir. 2. Respiración consciente Si realizamos una respiración consciente antes de dormir, podemos utilizarla para liberarnos de todas nuestras preocupaciones. Podemos bajar nuestro ritmo cardíaco con solo respirar profundamente, para ello, debemos sentarnos en nuestra cama cómodamente y buscar que al expirar el aire lo hagamos en forma más prolongada que cuando inspiramos. Una buena forma de relajarse respirando antes de dormir es utilizar la técnica 4-4-2: consiste en contar hasta cuatro mientras se inspira, contar 4 más espirando y una pausa de dos segundos con los pulmones vacíos. 3. Practicar Yoga La práctica del Yoga, es una de las mejores técnicas para relajarnos y conciliar el sueño. Con el cuerpo tumbado boca hacia arriba se relaja el diafragma, respiramos mejor y al irrigar sangre a la cabeza, permitimos entrar al apana. Esta postura trata de llevar las rodillas hacia el pecho y abrazarlas, relajar los hombros, la cabeza y la cara. Puede balancearse de un lado a otro, permitiendo un pequeño masaje lumbar. También puede practicarse con los pies en el aire o apoyados en la pared.
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