Nutrición – Hay modas «gastro» que causan un gran problema a la salud,alteran nuestros relojes biológicos y elevan el colesterol y la glucemia. Por qué hay que seguir prefiriendo las cuatro comidas diarias tradicionales.
El brunch, un neologismo surgido de la unión de breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo), consiste en una comida realizada por la mañana entre el desayuno y el almuerzo.
Ya algunos restaurantes y hoteles sirven un brunch, en especial los domingos y días festivos desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Se los utiliza, por ejemplo, «para reuniones», «para prolongar exposiciones» y «para domingos y feriados».
¿Sus principales inconvenientes? No contabilizamos la cantidad que ingerimos, ya que estamos concentrados en alguna charla y hablamos mientras comemos sin ver ni masticar bien los alimentos.
Aparte de significar un problema enorme para nuestra salud, como el aumento del colesterol y las grasas en sangre, eleva la glucemia o azúcar en sangre. Esto a su vez influye en una exagerada liberación del flujo de insulina por parte del páncreas, y que las glándulas funcionen de una manera no propia ante el abundante ingreso de calorías en un horario en que no debería haberlo.
A nuestro cerebro, que con el desayuno se llena de fósforo y funciona a pleno, en este horario la entrada exagerada de hidrogenados y grasas lo obligaría a ceder su flujo sanguíneo a otros órganos intermediarios en la digestión y no, por ejemplo, a nuestros músculos, sumiendo a nuestro cuerpo en una sola cosa: dormir. ¡La siesta! ¿Pero a qué hora? Estaríamos alterando todo nuestro ciclo circadiano y los relojes biológicos cerebrales y del resto del cuerpo, lo que desorganizaría todo nuestro metabolismo.
No sólo es cuestionable el horario, sino también los alimentos elegidos; por ejemplo: huevos escalfados, pan tostado o frito con base de bacon frito, acompañado de salchichas y para beber ¡un Bloody Mary! Además, ya muchas personas lo toman como un “tentempié” a media mañana… ¡después del desayuno!
Este es otro intento de la industria alimenticia del fast food… con sus hidrogenados, para que sigamos siendo adictos, poniendo de moda algo que creemos novedoso y sin embargo no deja de ser lo mismo cambiado de horario y sin importarles nuestra salud en absoluto.
Y ahora, el brinner…
Después del brunch, los cronuts, los cupcakes y todas las modas, algunas impronunciables, que alternativamente entraron y salieron de la mesa como falsas panaceas, atención, ¡llega el brinner! A mitad de camino entre la cena (dinner) y el desayuno (breakfast), la última tendencia «gastro» consiste en cenar el desayuno: «breakfast for dinner».
Desde pancakes, tortitas, gofres, huevos revueltos, huevos rancheros, cereales, tocino, frutas, pan francés, ¡quinoa! (of course), bacon, tostadas, tostadas francesas, muffins, burritos, pizza, frittata… las combinaciones son infinitas y van de lo más básico a lo más sofisticado. Así podrás cenar un delicioso (y calórico) «brunch»… hasta las 22:00 horas…
Tenemos que pensar que los motivos que impulsan a poner de moda el ingerir el desayuno a la hora de la cena son de cualquier tipo, excepto la salud. Porque alimentos como el bacon y bollería azucarada no son la mejor opción ni a la mañana ni a la noche…
Y si el desayuno es, como nos hemos cansado de repetir la comida mas importante del día, no parece que el consumir toda esa energía para ir a dormir sea la mejor de las opciones. El consejo sigue siendo consumir comidas equilibradas y porciones ajustadas. Conservando los saludables y gratificantes clásicos: Desayuno, Almuerzo, Merienda y Cena.
Dra. Gabriela A. Tórtolo
Obesidad y Síndrome Metabólico
La Posada del Qenti.
Fuente: www.clarin.com/buena-vida