Mientras hacemos el esfuerzo por cambiar nuestros hábitos muchas veces comemos de más y pensamos que arruinamos todo lo que veníamos haciendo para cuidarnos o si no pudimos hacer actividad física durante la semana ya no volvemos al gimnasio. ¿Cómo podemos manejar la fustración de «haber fallado»?
Quiero contarte que todo lo que hagamos de manera repetida traerá una consecuencia, positiva o negativa ya sea si nos alimentamos muchas veces mal, si tomamos muchas veces seguidas alcohol,
si vamos frecuentemente al gimnasio o si por años no nos ejercitamos, si fumamos mucho o si fumamos cada tanto, si descansamos correctamente o si nunca descansamos….y así miles de ejemplos porque lo que vale es la cantidad de veces que lo hagas…ahí estará «el efecto».
No tanto en la intensidad sino principalmente en la repetición. Si un día comiste desprolijo eso no te hace una persona con sobrepeso, si un día fuiste prolijo eso no te hace una persona saludable. Si un día no te ejercitaste eso no hace que seas sedentario o si un día haces 3 horas de gimnasia eso no te transforma en activo.
No sientas que arruinaste todo por 1 día, preocúpate por los 364 días restantes que tiene el año. Si vas al gimnasio 1 día no habrá «el efecto deseado» pero si vas varios si, y así con todo lo que te propongas! No sos una persona amable y educada por sólo saludar correctamente una vez…lo sos si haces de eso un habito y si forma parte de vos. Entonces tenemos que aprender a sostener y a ejercitar la constancia luego practicar y practicar, en la práctica salen los mejores jugadores.
En invierno nos cuesta un poco más, estamos más guardados, el frio invita a comer más calórico y eso no esta mal, solo hay que aprender a “medir la intensidad en los excesos”, una cena no es la última de tu vida…no hace falta ir con todo. Las juntadas y la vida social activa hace que permanentemente estemos rodeados de comida. Si voy te llevo el postre, si venís trae tal cosa y así! Si sos de los que gana peso en invierno y empieza a desesperarse en primavera, intenta estos meses jugar mas con la moderación, no hace falta comerse todo en invierno y morir de hambre en primavera, no castigues de esa manera a tu cuerpo.
Aprendamos a negociar, a elegir mejor y a cocinar mas en casa, cocinar es un acto de amor. Las sopas caseras son aliadas, los guisitos magros son buena opción para comer calentito, las carnes y vegetales al horno en paquetitos individuales es divertido, las brochettes, lasagna de vegetales, hay muchas opciones ricas y saludables sin caer en el típico delivery de pizza.
Buscamos sentirnos mejor y mejorar nuestra calidad de vida entonces hagamos de esto una práctica diaria, recordemos siempre que somos lo que hacemos de manera repetida. A veces nos olvidamos de las cosas que nos hacen felices sólo por conseguir aquellas que temporalmente nos hacen sentir bien.
Verónica Segreto exclusivo para La Posada del Qenti
Coach Saludable