Muchas personas piensan que con estos ejercicios van a adelgazar, pero no es así. Si bien son beneficiosos para tonificar el abdomen y mejorar la postura, no hacen desaparecer la grasa localizada. Entonces, ¿qué conviene hacer?
Al momento de entrenar la zona media del cuerpo surgen muchas inquietudes. A la mayoría de las personas les interesa más que nada la cuestión estética, y desconocen la relevancia que tiene ejercitar nuestro “núcleo” o “core” para la salud, la postura y la calidad de movimientos, ya sea para practicar un deporte o en la vida cotidiana.
A continuación, el área de educación física de la Posada del Qenti describe y responde las consultas más comunes en la sala de musculación:
Consulta: «Quiero bajar la panza… ¡Dame muchos ejercicios abdominales!»
Respuesta: Realizar ejercicios para la zona media del cuerpo sirve para darle tono, fuerza a la faja abdominal y sostén a la columna, pero no solo por eso se logrará reducción significativa en zona abdominal. Hay que hacer actividades globales e integrales para generar gasto calórico y lograr la reducción del tejido adiposo.
Consulta: «Quiero trabajar el abdomen bajo»
Respuesta: Según el ejercicio que se esté realizando, puede “sentirse” más localizado en una zona que en otra del abdomen. Pero lo importante es trabajar la musculatura en su totalidad, ya sea para fines estéticos o saludables. Es decir, hacer un entrenamiento de la zona media en todas las dimensiones y en los diferentes planos.
Consulta: «¿Cuáles son los ejercicios más efectivos?»
Respuesta: Todo aquel ejercicio que tonifique, fortalezca y dé sostén a la columna vertebral sin generar riesgo durante su ejecución. Cabe aclarar que el ejercicio que se indique dependerá de la condición física de la persona.
Consulta: «¿Cuál es la manera correcta de hacerlos?»
Respuesta: Veamos, a modo de ejemplo, la correcta ejecución de una elevación de tronco.
a) Acostate, boca arriba, con las rodillas flexionadas y con los pies apoyados.
b) Entrelazá los dedos y sostené la cabeza, sin generar fuerza con los brazos, para poder elevar el tronco. Lo importante de las manos es sostener y mantener la cabeza en una posición neutra.
c) Inspirá suavemente y al momento de la elevación empezá a exhalar en forma controlada, separando la parte más alta de la espalda de la colchoneta o camilla. Volvé a la posición inicial.
Fuente: entremujeres.clarin.com