En el marco del Día Mundial Sin Tabaco la OMS ha trazado una meta para este nuevo año: hacer frente a la epidemia del tabaquismo en una nueva era de liberalización del comercio y la inversión.
Cada año, el 31 de mayo, la OMS y sus asociados celebran el Día Mundial Sin Tabaco, con el fin de destacar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover la aplicación de políticas públicas eficaces para reducir ese consumo. Con ocasión del Día Mundial Sin Tabaco 2015, exhortamos a los países a que colaboren para poner fin al comercio ilícito de productos de tabaco. Se denominan productos del tabaco los que están hechos total o parcialmente con tabaco, sean para fumar, chupar, masticar o esnifar. Todos contienen nicotina, un ingrediente psicoactivo muy adictivo.
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares. A pesar de ello, su consumo está muy extendido en todo el mundo. Varios países disponen de leyes que restringen la publicidad del tabaco, regulan quién puede comprar y consumir productos del tabaco, y dónde se puede fumar.
Datos y cifras
- El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores.
- El tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno. A menos que se tomen medidas urgentes, la cifra anual de muertes podría ascender a más de 8 millones para 2030.
- Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.
En algunos países, los niños de los hogares pobres trabajan con frecuencia en el cultivo de tabaco para aumentar los ingresos familiares. Esos niños son especialmente vulnerables a la enfermedad del tabaco verde, producida por la nicotina que absorbe la piel cuando se manipulan hojas de tabaco húmedas.
Desde La Posada del Qenti no solo apoyamos estas iniciativas, sino que además queremos que conozca más sobre esta epidemia.
Nosotros contamos con un exitoso programa multidisciplinario para abandonar esta adicción. Y ese es un punto fundamental a tener en cuenta. Esto no es un “vicio”, una “costumbre” ó un “hábito”; el cigarrillo causa una verdadera adicción que debe ser controlar desde su raíz. En el mismo intervienen el equipo médico y el neumonólogo, que trabajan en conjunto con la psicóloga, nutricionistas, profesores de educación física, fisioterapeutas y profesionales idóneos para llevar esto a cabo. Lo invitamos a sacarse las dudas mediante estas preguntas:
¿Porqué fumamos? – Podemos reconocer 3 etapas. Al principio para «ser como los otros», después por hábito y finalmente por necesidad (adicción). Ciertos fumadores experimentan placer al fumar. Algunos encuentran en el cigarrillo un efecto estimulante y otros un efecto relajante. El efecto no dura demasiado y es necesario fumar cada vez más para experimentar los mismos efectos. Pero debemos saber que rápidamente se llega a la etapa de adicción, y existe una “falsa ilusión” de que nosotros controlamos al cigarrillo.
¿Hace mal el ser fumadores pasivos? – Si, el humo ajeno mata…
El humo ajeno es el que llena restaurantes, oficinas y otros espacios cerrados cuando la gente quema productos de tabaco como cigarrillos, bidis y pipas de agua. El humo del tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.
No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno:
- En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso ponderal del recién nacido.
- Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos.
- Más del 40% de los niños tienen al menos un progenitor que fuma.
- El humo de tabaco ajeno causa más de 600.000 muertes prematuras cada año.
- En 2004, los niños representaron el 28% de las defunciones atribuibles al humo de tabaco ajeno.
Todas las personas deberían poder respirar aire sin humo. Las leyes contra el humo protegen la salud de los no fumadores, son bien acogidas, no perjudican a los negocios y animan a los fumadores a dejar de fumar.
Más de mil millones de personas, o el 16% de la población mundial, están protegida por leyes nacionales integrales sobre espacios sin humo.
¿El ser tabaquista me puede llevar a la muerte? – Si… El tabaco mata lentamente…
Debido al desfase de varios años entre el momento en que la gente empieza a consumir tabaco y la aparición de problemas de salud, la epidemia de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco no ha hecho más que empezar. El tabaco causó cien millones de defunciones en el siglo xx. Si se mantiene la tendencia actual, en el siglo xxi provocará unos mil millones de defunciones. Sin control, las defunciones relacionadas con el tabaco aumentarán hasta más de ocho millones al año para 2030. Más del 80% de esas muertes se producirán en países de ingresos bajos y medios.
¿Los consumidores de tabaco necesitan ayuda para dejarlo? – Si…
Diversos estudios revelan que pocas personas comprenden los riesgos específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. Por ejemplo, un estudio realizado en china en 2009 reveló que sólo un 38% de los fumadores sabía que el tabaco provocaba cardiopatía coronaria, y sólo un 27% sabía que ocasionaba accidentes cerebro vascular. La mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco desean dejarlo. El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con creces la probabilidad de que un fumador que desea abandonar el tabaco lo consiga. Sólo 21 países, que representan el 15% de la población mundial, disponen de servicios nacionales integrales para ayudar a los consumidores a dejar de fumar. No hay ningún tipo de asistencia para dejar de fumar en una cuarta parte de los países de bajos ingresos.
¿Entonces qué debo hacer?
Si nunca fumó, No comience nunca.
Si Usted es fumador:
- Descienda el número de cigarrillos por día y prepárese psicológicamente para abandonarlo.
- Reinicie actividad física.
- Modifique sus hábitos, sobre todo aquellos que se vinculan con el hecho de fumar.
- Asesórese acerca de apoyo médico y consulte sobre nuestro programa para dejar de fumar.
Dr. Christian Alberto Leiva – MP. 31.209/1
Director del Centro Médico de La Posada del Qenti.
Director del Centro Médico de Clínica Qenti Medical.