Hoy en día, los alimentos envasados que encontramos en los supermercados, almacenes, distribuidoras muestran un packaging con el cual, muchos productos engañan al ojo del consumidor haciendo creer que son saludables; pero al ver los ingredientes tienen un gran listado y termina siendo casi nulo el contenido del alimento que deseamos consumir.
En las últimas décadas se registró a nivel mundial un cambio en el patrón alimentario, en particular en poblaciones urbanas. Por un lado, se encuentra el progresivo aumento del consumo de alimentos y bebidas con alto nivel de procesamiento (ultraprocesados), contenido energético alto y bajo valor nutritivo (con contenido alto de grasas, azúcares y sal). Y simultáneamente, se observa la disminución del consumo de alimentos sin procesar o mínimamente procesados, como frutas, verduras, legumbres, granos integrales y semillas, entre otros.
Estos cambios han tenido una incidencia directa en el crecimiento de la epidemia de sobrepeso y obesidad. La obesidad en adultos es uno de los factores determinantes que explican el crecimiento de las principales causas de mortalidad y enfermedad por ECNT en el mundo, y se calcula que es causa de 4 millones de muertes al año.
¿Cuáles son las funciones del azúcar y por qué se lo agregan a los alimentos?
Lo dulce atrae de manera universal. Añadir azúcar a los procesados y ultraprocesados los hace mas apetitosos y sabrosos. Pero el azúcar también se añade a los alimentos porque:
- Le da a los productos sabor, textura y color
- Ayuda a conservar alimentos, como mermeladas y jaleas
- Ayuda a la fermentación, lo que permite que el pan se eleve
- Sirve como aumentador de volumen en productos horneados y helados
- Equilibra la acidez de los alimentos
Los alimentos con muchos azúcares añadidos aportan calorías adicionales a la alimentación diaria pero a la vez son vacías, porque no aportan nada de valor nutricional. Además, los azúcares añadidos a menudo se encuentran en alimentos que también contienen grasas sólidas, a los cuales los denominamos carbograsas.
Comer demasiados alimentos con azúcares añadidos prepara el terreno para posibles problemas de salud, tales como:
- Mala nutrición
- Aumento de peso
- Aumento de los triglicéridos
- Caries dentales
Hoy en día, nuestro país se encuentra en el cuarto lugar de mayor consumo de azúcares del mundo, con alrededor de 150 gr (30 cucharaditas de azúcar), para un recomendado máximo de 50gr (10 cucharaditas). Asi como sucede en Argentina el consumo excesivo, en el resto del mundo se ven números similares, por lo tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a la población reducir el consumo de azúcar al 5 por ciento de la ingesta calórica diaria, lo que equivale a unos 25 gramos al día (5 cucharaditas).
¿Cómo podemos reducir el azúcar en nuestra alimentación diaria?
Es importante aprender a leer los ingredientes en los productos que elegimos.
Por ejemplos podemos encontrar una variedad de nombres diferentes sobre el azúcar: sacarosa, glucosa, fructosa, dextrosa, el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), jarabe de glucosa, jarabe de maíz, miel, melaza, siropes, sorbitol, entre otros.
Lo ideal es consumir productos naturales o aquellos que contengan menos ingredientes.
Cuando fijemos en los rótulos nutricionales la lista de ingredientes, debemos asegurarnos que el azúcar no sea el primer ingrediente ya que significa que es lo que se encuentra en mayor cantidad.
Asegurarnos que no contenga jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) ya que hay múltiples investigaciones que aseguran los efectos nocivos en la salud.
Observar que no figuren varios tipos de azucares en un mismo producto, ya que de esa manera consumimos diversos azucares en modo oculto.
Estos consejos son esenciales al momento de elegir tanto alimentos dulces como salados, ya que se utilizan en todo tipo de producto sin tener en cuenta su sabor.
Lic. María Belén Soria Urizar – MP. 4047
Área Nutrición
La Posada del Qenti