El continuo esfuerzo que hacemos día a día para lograr “vivir” y disfrutar, en la mayoría de los casos, hace que el organismo se vaya abatiendo sistemáticamente, día tras día. Largas jornadas laborales sumadas al stress diario y a los malos hábitos alimenticios y deportivos son, muchas veces, prácticas conscientes y forzosamente necesarias para cumplimentar todas las obligaciones que tenemos.
Así, de a poco, la verdadera vida va perdiendo su sentido. El disfrute de momentos puros y dedicados junto a familiares y amigos, el contacto con la naturaleza, la práctica de buenos hábitos y el ocio quedan relegados en nuestra agenda, pero no desaparecen de nuestro deseo. Es por ello que al llegar la época de vacaciones nos dedicamos a analizar en detalle cada propuesta, ya que en poco tiempo, debemos descansar el descuidado organismo. Pero en realidad, ¿tenemos en cuenta lo que necesitamos?
En la mayoría de las encuestas se les pregunta a los turistas si viajan por ocio, por trabajo, por salud… o qué lugares prefieren, si la montaña o el mar, o si viajan solos o acompañados… Sin embargo no se les pregunta cuál es su verdadera expectativa, o qué necesidad busca satisfacer. A la hora de elegir un destino debemos tener en cuenta lo anterior, básicamente saber que necesitamos realmente. ¿Descanso? ¿Conocer lugares nuevos? ¿Comer y beber? ¿Dormir?.
Probablemente todas las opciones parezcan interesantes, sin embargo cabe hacer un análisis mucho más profundo de las vacaciones y de su verdadero objetivo. Para eso es que sugiero que cada uno se haga éstas dos simples preguntas; ¿Cómo estoy hoy? ¿Cómo quiero estar después de las vacaciones?.
Así, tendremos una idea mucho más precisa acerca del destino y del tipo de actividad que requerimos para nuestras tan ansiadas vacaciones. Es evidente, que todos queremos estar mejor. Por esa razón es vital elegir vacaciones que hagan bien física y emocionalmente; con actividades planificadas para tal fin y que realmente se logre el objetivo buscado.
Si querés disfrutar de vacaciones que hacen bien, te invitamos a descubrir nuestra Posada y sumarle vida a tus vacaciones.
Miguel C. Cané
Gerente General
La Posada del Qenti
Hoy más de 7.400 millones de personas conviven en éste hermoso planeta y se calcula que en no más de 30 años, el 20% de las personas tendrá más de 60 años. Hoy mismo, en Estados Unidos y Canadá, hay más personas mayores de 60 años que menores de 15, y en América del Sur hay más personas de 60 que bebes y niños hasta 5 años.
Quienes hoy tienen más de 60 años, en la mayoría de los casos, han vivido una niñez y adolescencia pura, libre del asedio de la tecnología y con una alimentación sana, todavía en aquella época, escasa en conservantes, aditivos y agroquímicos. En una sociedad casi 3 veces más reducida que la actual y en un mundo con mucho menos contaminación ambiental y en dónde todavía se podía respirar aire puro en las ciudades.
Los mayores de 60 años hoy son seres humanos de raíces fuertes y sanas. De sólidas convicciones y de hábitos conservadores, inmunes al asedio de las marcas y al consumo masivo. Es por ello que, salvo excepciones, todavía guardan la energía propia de haber cuidado su salud desde el principio, desde los comienzos. Son fuertes y se sienten jóvenes por dentro, vitales y buscan disfrutar en grande y sacar el máximo provecho en la escala de alegría.
La mayoría son abuelos o abuelas no les gusta que le digan así, prefieren que sus nietos los llamen por el nombre o con apodos. Con un exceso de tiempo libre, pocas preocupaciones y obligaciones acotadas, estos jóvenes de más de 60 están listos para jugar.
Éstos jóvenes maduros buscan a su vez arreglar su cuerpo, su organismo que es el envase de toda esa energía, para poder así conectarse más y mejor con el mundo. Saben muy bien que no se trata de cantidad de años que uno viva, sino de la calidad de estos, de experiencias, de emociones y de sentimientos.
Es por estas razones que muchos de estos sabios adolescentes, en cuerpos de abuelos, eligen nuestra querida Posada del Qenti y nuestra filosofía acerca del cuidado de la salud, logrando así no solo sentirse jóvenes, sino que el cuerpo represente también esa vitalidad, a través de la piel, de la mirada y de la sonrisa.
Así, nos enseñan con el ejemplo. Porque ganar años, felicidad y vivir hasta que sea posible, disfrutando de cada segundo, es el anhelo de todos. Por eso es importante tomar hoy consciencia acerca de la salud de nuestro organismo y cuidarlo, cuidarnos… Nuestro futuro y esos años ganados dependen de los que hagamos hoy. Elegir salud, es una apuesta segura a la felicidad y al disfrute máximo de la vida.
Aprendamos de estos jóvenes maduros 🙂
Viví una experiencia de vida saludable en La Posada del Qenti, sumá buenos hábitos y mayor disfrute en tu vida.
Miguel C. Cané
Gerente General
La Posada del Qenti
Consulte con nuestros especialistas
[fc id=’32’ align=’center’][/fc]
Expertos nacionales e internacionales debaten los usos más recientes de la bioimpedancia para clasificar la hidratación.
La monitorización de los niveles de hidratación del cuerpo humano podría ayudar a detectar por anticipado problemas de salud graves. Ésta fue una de las conclusiones de un estudio presentado durante el panel ‘Hidratación y composición corporal: salud, función y modelos’ del 10th International Symposium on Body Composition, celebrado en Cascasi, en Portugal, y organizado por la Facultad de Motricidad Humana (FMH) de la Universidad de Lisboa.
Según explicó el profesor Henry C. Lukaski, investigador del Departamento de Kinesiología y Educación de Salud Pública de la Universidad de Dakota del Norte, en Estados Unidos, “la bioimpedancia es capaz de monitorizar cambios en la hidratación de pacientes sometidos a diálisis y anticipar futuras complicaciones. También puede identificar individuos con retención de líquidos y dificultades respiratorias. En otros casos podrá ayudar a detectar individuos con exceso de hidratación asociado a una insuficiencia cardíaca aguda».
El experto también apuntó que «otros usos positivos de la bioimpedancia pueden conducir a una identificación adecuada de las alteraciones en la hidratación entre las poblaciones más vulnerables. A través de este método es posible identificar individuos que tienen una hidratación inadecuada y que pueden estar en riesgo en términos de función mental o sufrir complicaciones con determinadas dosis de medicamento».
El método de bioimpedancia evalúa el porcentaje de grasa, materia magra e hidratación en el cuerpo humano y permite calcular la franja ideal de peso para el individuo según su sexo y edad. “El futuro de la bioimpedancia en la clasificación de hidratación es prometedor. Numerosas aplicaciones en la medicina y la detección de posibles grupos de riesgo como los ancianos y los niños pueden ser objetivos de una mayor investigación», concluye el investigador.
Además del profesor Henry C. Lukaski, el simposio contó con las intervenciones del profesor Dale Schoeller, de la Universidad de Wisconsin, y de la doctora Diana Thomas, de la Universidad de Montclair, ambas en Estados unidos.El doctor Dale Schoeller presentó los resultados de su investigación sobre la adecuación de la ecuación del equilibrio energético. Según este experto, «determinar la relación entre el peso corporal y la cantidad de alimentos que consumimos es fundamental para comprender el exceso de aumento de peso a medida que envejecemos, así como las pérdidas durante el tratamiento de la obesidad. Esta relación es complicada, porque nuestro cuerpo se divide en dos componentes principales: masa libre de grasa, que está compuesta principalmente por agua, más proteína y algunos componentes menores, y la masa grasa, que es íntegramente grasa.”.
Tal como detalló Schoeller, «el agua es el nutriente más importante para la vida y constituye casi de la mitad a dos tercios del peso del cuerpo. Realizar la medición de los cambios corporales no es fácil. Aún es reciente el desarrollo de métodos para medir el agua del cuerpo y sus dos principales componentes intra y extracelulares que permiten sus mediciones en situaciones clínicas generales».
Fuente: www.jano.es
