Nuestro sistema inmunitario, también conocido como sistema inmunológico está compuesto por una amplia variedad de órganos, células y moléculas distribuidas por todo el cuerpo que son responsables de proteger el organismo de agentes extraños entre muchas otras funciones. Es decir que este complejo sistema va mucho más allá de defendernos contra elementos externos, también nos protege de “nosotros mismos” en caso de alteraciones como el cáncer.
Entre sus componentes está el sistema linfoide, que incluye a los ganglios linfáticos, el timo y el bazo, que están limitados por cápsulas de tejido conectivo. Nuestra primer barrera de protección es la piel, pero luego de esta, la segunda y la tercera líneas de defensa contra los patógenos es nuestro sistema inmunitario.
Cuando las personas hablan de defensas bajas suelen hacer referencia al deterioro del sistema inmunitario entendido como la defensa natural del cuerpo contra infecciones por bacterias y también contra los virus entre otras noxas.
Pero como dijimos, este complejo y vasto sistema va más allá de protegernos de los gérmenes; pero tomando esa forma popular, cuando el sistema inmunitario está debilitado, se dice que “las defensas están bajas” o que se tienen bajas las defensas, haciendo referencia a la mala capacidad de protegernos de dichos microorganismos.
Síntomas de defensas bajas
Existen algunos signos de alarma que pueden hacernos pensar que por alguna razón, nuestro sistema de defensa no está trabajando de la forma correcta. Veamos algunos de ellos, pero teniendo en cuenta que estos síntomas pueden derivar de otros procesos y patologías, siendo nuestro médico quien pueda despejar esas dudas u orientarnos al respecto.
- Infecciones frecuentes. Como una de las funciones es protegernos de las infecciones, tenerlas de forma recurrente es uno de los principales síntomas a tener en cuenta, dentro las comunes tenemos a las amigdalitis y herpes. También pueden aparecer infecciones respiratorias a repetición o complicaciones de cuadros simples llegando a gripe.
- Fiebre y escalofríos frecuentes. También relacionados al punto anterior pueden hacernos sospechar.
- Aftas bucales, que pueden presentarse asociadas a otros síntomas digestivos tales como náuseas y vómitos.
- Ojos secos.
- Cansancio excesivo.
- Diarrea por más de 1 semana.
- Manchas en la piel, que pueden ser oscuras, rojas o blancas.
Además de los mencionados, el dolor de cabeza recurrente, sangrados de nariz, caída de cabello y mareos frecuentes podrían ser señales de un sistema inmunitario debilitado.
Las causas
No suele haber una causa única. En general son varios los factores que pueden combinarse y llevar a una falla de este importante sistema.
Por ejemplo, los trastornos del sueño o un tiempo de descanso insuficiente e ineficaz pueden debilitar el sistema inmune. Además el estrés y la ansiedad suelen ser factores a tener en cuenta. Enfermedades crónicas como sida y diabetes, sólo por destacar algunas pueden mermar las defensas del organismo. También algunos fármacos como antibióticos o corticoides entre otros. En fin, la lista puede ser muy larga; por eso ante estos síntomas lo mejor es acudir al médico para control.
Finalmente, una alimentación equilibrada, sueño adecuado y la práctica regular de ejercicio, junto al control de estrés pueden fortalecer tu sistema inmune para prevenir enfermedades.
Dr. Christian Leiva – MP. 31.209/1
Director Médico
La Posada del Qenti
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al Estrés laboral como un grave problema, y por ello ha elaborado algunas conceptos y recomendaciones para poder paliar esta situación. Se considera que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, y a la eficacia de las entidades para las que trabajan. Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado, ser menos productivo y tener menos seguridad laboral; además, la entidad para la que trabaja suele tener peores perspectivas de éxito en un mercado competitivo.
¿Que es el estrés laboral?
La OMS considera que: “El estrés laboral es la reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación”.
En términos generales, un trabajo saludable es aquel en que la presión sobre el empleado se corresponde con sus capacidades y recursos, el grado de control que ejerce sobre su actividad y el apoyo que recibe de las personas que son importantes para él. Dado que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, (OMS, 1986), un entorno laboral saludable no es ̇nicamente aquel en que hay ausencia de circunstancias perjudiciales, sino abundancia de factores que promueven la salud.
¿Que puede generar en las personas sometidas al mismo?
- Estar cada vez más angustiado e irritable
- Ser incapaz de relajarse o concentrarse
- Tener dificultades para pensar con lógica y tomar decisiones
- Disfrutar cada vez menos de su trabajo y sentirse cada vez menos comprometido con este
- Sentirse cansado, deprimido e intranquilo
- Tener dificultades para dormir
- Sufrir problemas físicos tales como: cardiopatías, trastornos digestivos, aumento de la tensión arterial, dolor de cabeza, trastornos músculo-esqueléticos (como lumbalgias y trastornos de los miembros superiores), etc.
¿Cuales son sus consecuencias?
- El estrés laboral puede afectar a las entidades del siguiente modo:
- Aumento del ausentismo
- Menor dedicación al trabajo
- Aumento de la rotación del personal
- Deterioro del rendimiento y la productividad
- Aumento de las prácticas laborales poco seguras y de las tasas de accidentes
- Aumento de las quejas de usuarios y clientes
- Efectos negativos en el reclutamiento de personal
- Aumento de los problemas legales ante las demandas presentadas y las acciones legales emprendidas por trabajadores que sufren estrés
- Deterioro de la imagen institucional tanto entre sus empleados como de cara al exterior
Prevención del Estrés
La Prevención del estrés laboral puede centrarse en 3 pilares:
Prevención primaria, reducción del estrés a través de:
- Ergonomía
- Definición del puesto de trabajo y diseño ambiental
- Perfeccionamiento de la organización y de la gestión
Prevención secundaria: reducción del estrés a través de:
- Educación y capacitación de los trabajadores
Prevención terciaria: reducción de los efectos del estrés a través de:
- Desarrollo de sistemas de gestión más sensibles y con mayor capacidad de respuesta, y mejora de la prestación de servicios de salud ocupacional.
Para ser un empleador y un director eficaz hay que tomar la iniciativa en la gestión del estrés laboral
Para mayor información sugerimos consultar la guía “La Organización del Estrés y el Trabajo” publicada por la OMS: https://www.who.int/occupational_health/publications/pwh3sp.pdf
Dr. Christian Leiva
Director Médico
La Posada del Qenti
Existe una relación entre la obesidad y los riesgos de contraer cáncer en algunos órganos de nuestro cuerpo, esta se da a través de cambios hormonales (especialmente en mujeres) y el tejido adiposo ya que si este aumenta es considerado como tejido inflamatorio con la consecuencia de mutar, transformar o dañar células y otros tejidos. A través de una mala alimentación se produciría una resistencia a la insulina con cambios en el aparato digestivo también. De esta manera cánceres que son hereditarios, aunque la persona no los tenga como antecedentes heredo familiares, puede padecerlos si presenta obesidad.
Según la OMS varios estudios han explorado por qué el sobrepeso o la obesidad pueden aumentar el riesgo y desarrollo del cáncer. Los posibles motivos por los que la obesidad está relacionada con el cáncer incluyen los siguientes:
- Aumento de los niveles de insulina y del factor de crecimiento insulínico tipo 1, lo que puede contribuir para que algunos tipos de cáncer se produzcan.
- Inflamación crónica de nivel bajo, la cual es más frecuente en las personas con obesidad y la cual se encuentra relacionada con un aumento en el riesgo de cáncer.
- Cantidades más elevadas de estrógenos producidas por el tejido graso, lo que puede desencadenar el crecimiento de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama o de endometrio.
- Las células grasas también pueden afectar los procesos que regulan el crecimiento de las células cancerosas.
Los tipos de cáceres que más se asocian con la obesidad y sobrepeso son:
- Ca. de esófago
- Ca. de páncreas
- Ca. de colon y recto
- Ca. de mama
- Ca. de endometrio
- Ca. de riñón
- Ca. de tiroides
- Ca. de vesícula biliar
- Ca. de próstata
- Ca. de ovarios
- Ca. de hígado
- Ca. de mieloma
- Ca. de linfoma
La forma de tener menos índice de cáncer relacionados con la obesidad incluye lo siguiente:
- Un cambio en el estilo de vida. Primero, cambie los comportamientos para reducir la cantidad de alimentos que come y aumentar la actividad física, antes de considerar cualquier otro tipo de tratamiento de pérdida de peso.
- Apoyo para el cambio en la conducta. En el caso de muchas personas, tener sobrepeso u obesidad es más complejo que simplemente comer demasiado o hacer poca actividad física. Es importante recibir apoyo de un nutricionista o un médico especializado procuando se intenta bajar de peso, para ayudarlo a hacer cambios saludables en su estilo de vida y mantenerlos a lo largo del tiempo.
- Medicamentos. Generalmente, los medicamentos para bajar de peso se recomiendan solo cuando una combinación de dieta, actividad física y cambios en la conducta no han funcionado. O bien, si tiene otras afecciones médicas graves causadas por la obesidad.
- Cirugía. La cirugía para bajar de peso, o cirugía bariátrica, es un término para varios procedimientos que hacen que el estómago de una persona sea más chico. Esta puede ser una opción para las personas con un IMC de 40 o más. O bien, para aquellas personas que tienen un IMC de 35 o más que tienen otra afección médica grave relacionada con la obesidad.
El fin último de estas metodologías es lograr dentro de los cambios de hábitos, una pérdida del 7 al 10% del peso corporal (en personas con sobrepeso u obesidad leve a moderada) y en caso de requerir una cirugía bariátrica, un adelgazamiento de 30% de la masa corporal conjuntamente acompañado por un cambio de estilo de vida.
Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052
Médica especialista en síndrome metabólico
La Posada del Qenti
Consulte con nuestros especialistas
[fc id=’32’ align=’center’][/fc]
La depresión esta especificada dentro del DSM IV (Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales) como uno de los trastornos del estado del ánimo. Los indicadores para saber si la persona esta transitando periodo de depresión son:
- Estado de ánimo depresivo, según lo indica la propia persona o la observación realizada por otros (familiares, amigos etc.)
- Pérdida de interés o de la capacidad para el placer
- Baja autoestima
- Pérdida de peso o aumento de peso
- Pérdida o aumento del apetito
- Insomnia o hipersonmia casi cada día
- Agitación o enlentecimiento psicomotor
- Fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos e inapropiados
- Disminución de la capacidad para concentrarse o tomar decisiones
- Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida
Si se reúnen al menos 5 de estos síntomas, con intensidad y durante un periodo de al menos 2 semanas seguidas, donde cada día están presentes estos indicadores, se recomienda recurrir a un profesional de la salud mental. Cabe destacar que queda descartado el diagnostico de depresión si estos síntomas se deben a los efectos de una sustancia o si se deben a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad medica.
¿Cómo aparece la depresión?
La causa de la depresión es variada y depende de cada caso en particular, de cada experiencia de vida personal. Es muy importante conocer los antecedentes psicopatológicos en la familia de la persona afectada ya que puede contener un factor genético. Por la tanto puede tener una causa genética, ambiental, externa o interna.
Los acontecimientos psicosociales desempeñan un papel importante en la precipitación de la depresión, ya que la misma puede surgir después de un estrés psicosocial grave como la muerte de un ser querido, un divorcio y distintas situaciones que resulten estresantes para la persona, sintiendo que la situación impacta fuertemente en su mundo interno y externo. Cabe aclarar que este impacto varia de persona en persona, considerando los recursos internos y externos con los que cuenta cada uno.
Este trastorno puede iniciar a cualquier edad, pero las estadísticas muestran que la edad promedio de inicio es a partir de la 3° década de vida.
¿Cómo afecta el estado de ánimo deprimido en la salud?
La depresión impacta fuertemente en la salud física, puede asociarse a enfermedades médicas crónicas, entre ellas el cáncer, ya que el sistema inmunológico se deprime generando consecuencias fisiológicas. Todo el organismo se desestabiliza, la persona no descansa como debería, ni se alimenta de manera adecuada y saludable, entre otras, lo que afecta directamente a su salud.
Las personas que presentan trastorno depresivo tienen más dolor, más enfermedades físicas y una pobre actividad física social y personal
Recomendaciones
La primera e indispensable recomendación para una persona que padece depresión es consultar con un profesional de la salud mental (Psicólogo o Psiquiatra). Esto es fundamental para propiciar la recuperación.
No existe una única manera, o una formula general para tratar la depresión, depende del paciente, sus antecedentes familiares, su diagnóstico y su pronóstico. Cada caso es único y por lo tanto cada tratamiento también lo es.
Existen casos que con intervenciones psicoterapéuticas pueden salir adelante y también existen quienes requieren de una valoración psiquiátrica, ya que la depresión se puede deber a la poca segregación de algún componente químico.
Un factor importante a tener en cuenta es lo que usualmente suelen hacer los familiares y amigos de la persona que está deprimida, ellos le piden que salga de ese estado, por ejemplo: “vamos”,” Salí”, “divertite”, “ríete”, “hace cosas”. Una persona que esté realmente deprimida no tiene la energía, las ganas y la fortaleza para hacer esto, entonces solo conseguimos que se sienta exigida por su entorno, poco comprendida en su estado y frustrada por no cumplir con los tiempos de otros o con lo que otros quieren de ella. De ninguna manera hay que dejar sola a la persona y no animarla, simplemente tener en cuenta que esto se hace de a poco respetando el ritmo del paciente, de a poco le pedimos que salga, de a poco que disfrute de tal actividad, de a poco, a su tiempo y a su ritmo se le proponen actividades con mas personas (cenas con amigos, eventos sociales) etc. Esto se logra generando empatía con la persona.
Es indispensable la consulta con el profesional de salud mental, el cual a demás va a guiar a la familia del paciente en su accionar.
Lic. Yanina Silvestri
Psicóloga, MP: 7614
La Posada del Qenti
La melatonina es una hormona que regula el reloj biológico de nuestro cuerpo, el núcleo supraquiasmático en el cerebro, se sintetiza en la glándula pineal a un ritmo cíclico y luego es distribuida por la sangre en pequeñas proporciones. La melatonina informa al cuerpo de las las fases circadianas, es decir, el ritmo seguido por el día para poder regular el organismo a éste: el ritmo circadiano que se adquiere a los tres meses de vida del bebé.
Después entre el primer año de vida y los 3 años es cuando se logran los mayores niveles de melatonina, luego la producción disminuye con la edad, en las personas mayores (tercera edad) sus niveles de melatonina son mucho más bajos que los niveles de los jóvenes que pueden llegar a tener niveles 12 veces mayor. En el caso de las personas mayores, durante el día pueden no tener la suficiente subida de melatonina.
Propiedades de la melatonina
Entre las propiedades de la melatonina, la más estudiada es la influencia que ejerce en el ritmo sueño – vigilia que está íntimamente relacionado con los ritmos circadianos. Por esta facultad, es una sustancia apta para el tratamiento de las alteraciones del sueño para poder volver a encontrar el equilibrio.
También está indicada para aliviar los síntomas del jet-lag o facilitar el sueño a las personas que tienen cambios de horario laboral o aquellos que directamente trabajan en el turno de noche de forma constante y prolongada en el tiempo. De esta manera, si se consume la melatonina (hay pastillas) en el momento necesario, se recupera con mayor rapidez el ritmo sueño-vigilia que ha sido alterado, sea por las circunstancias que sean.
Aún no se han podido demostrar sus propiedades para “prolongar la vida”, pero si está comprobado que la melatonina influye de forma positiva en la calidad de vida de la gente mayor. Esta teoría se apoya en el hecho de que una buena alimentación acompañada de altas concentraciones de melatonina a edad avanzada mejora el bienestar general y llevan a una disminución de enfermedades asociadas con la edad.
Para qué sirve y cómo funciona
La melatonina es una hormona que está de manera natural en nuestro cuerpo, pero además también se puede elaborar en un laboratorio y con ello utilizarla como medicamento en forma de pastilla. Podemos decir que con esta hormona nuestro cuerpo se “ajusta”. De este modo las personas que sufren por ejemplo de insomnio y no son capaces de regular su sueño con la melatonina que produce su cuerpo, pueden tomarla en pastillas. También sirve por ejemplo para el “jet lag” cuando viajamos, para los trastornos de sueño si hemos cambiado de turno laboral o para las personas ciegas con el fin de que puedan establecer un ciclo de día y otro de noche.
Cómo ayudar a conciliar el sueño
Si has estado pensando en tomar melatonina, debes tener en cuenta que solo deberías tomarla durante un período de tiempo, el cual suele ser de tres meses para solucionar un problema puntual. Si tu falta de sueño no es algo puntual, la melatonina no es, precisamente, el medicamento o el producto que mejor te irá. Vamos a ver cuáles son algunas de las alternativas más naturales y eficaces para poder conciliar bien el sueño sin tener que tomar medicamentos o complementos:
- No duermas durante el día. Aunque pueda parecer una tontería, hay muchas personas que tienen la costumbre de hacer la siesta y esto puede ser la causa de que tengamos insomnio por la noche. No importa si lo has hecho toda la vida y ahora tienes insomnio que antes no tenías, debes tener en cuenta que nuestro cuerpo va cambiando y que, por ende, ahora la siesta puede no sentarte bien como antes.
- Haz ejercicio y acaba con la vida sedentaria. Una buena manera de acabar con el insomnio es haciendo ejercicio, ya sea ir a pasear un rato, o bien ir a la piscina, salir a correr, etc. Lo que debemos hacer es cansar nuestro cuerpo para que este pueda recuperarse por la noche mediante el sueño, lo que las personas con insomnio más anhelan.
- Meditación y yoga. Hacer meditación y yoga son también algunas de las alternativas que puedes tener en cuenta si tienes problemas a la hora de conciliar el sueño. La meditación y el yoga consisten hacer que nuestro cuerpo elimine el estrés que se ha acumulado en él durante todo el día, de modo que está preparado para acostarse. Es importante que las perronas que quieran mejorar esta situación a través del yoga, se pongan en manos de un especialista que les enseñe cómo deben iniciarse en este mundo.
- Sigue una rutina. Además de todo, es importante que sigamos unas rutinas cada día a la hora de irnos a la cama y de acabar nuestro día. Como a los bebés se les da una rutina a diario para que se acostumbren a unos patrones de sueño, los adultos debemos hacer lo mismo si tenemos problemas a la hora de dormirnos. Por ello, deberemos establecer qué es lo que haremos entre las 7 de la tarde, por ejemplo, y las 10 de noche, hora en la que nos vamos a acostar. Cenar, ducharnos, cambiarnos, ver la tv, etc. Todo debe tener un tiempo y cada día debemos hacer la misma rutina.
- Sin video juegos, televisión y celular. Ten en cuenta que los video juegos, así como los juegos que tienes en forma de app en el móvil afectan a tu sistema nervioso central. De este modo, te será mucho más complicado dormirte si has estado viendo una película, jugando a la consola o bien jugando con el móvil.
Alimentos ricos en melatonina
La melatonina podemos encontrarla en nuestro cuerpo pero también algunos alimentos que tienen triptófano, el ácido que de hecho sintetiza la melatonina, puede que sean ricos en hormona. Entre los alimentos ricos en melatonina podemos mencionar:
- Alimentos de origen animal, como las carnes (especialmente el pollo y el pavo), la leche y los productos lácteos (queso, yogur, natillas, etc)
- Alimentos de origen vegetal, como las algas y los cereales y dentro de estos estarían: el maíz, la avena, el arroz, el trigo o la cebada.
- Semillas, las semillas secas de algunas frutas y hortalizas como las semillas de sandía, o las semillas de calabaza.
- Frutos secos, las nueces son muy ricas en melatonina frutas: como manzanas, granadas, cerezas o plátanos. Verduras y hortalizas: las cebollas son especialmente ricas en melatonina así como los tomates.
Es importante conocer nuestro metabolismo y saber que el mismo puede cambiar a lo largo de nuestra vida por diferentes factores. Muchas enfermedades encuentran su origen en una alteración del ciclo metabólico y en ello radica la importancia de lograr un correcto cuidado de nuestros hábitos de vida cotidianos, ya que la prevención de una enfermedad metabólica depende en gran medida del control periódico de las siguientes pautas:
- Presión Arterial: Debe controlarse en forma esporádica, aisladamente, con algún suceso o con sintomatología clínica pertinente.
- La Glucemia en sangre: Debe controlarse cada 6 meses, si hay herencia de Diabetes familiar, o una Insulinorresistencia, si somos diabéticos diariamente con un Hemoglucotest, según indicación médica. Sino cada 12 meses para chequeo general.
- El Ácido Úrico en sangre: Debe controlarse según indicación médica con el chequeo general anual o cada 6 meses si estamos en tratamiento para la Hiperuricemia.
- El Colesterol Total, HDL, LDL y Triglicéridos en sangre: Deben controlarse cada 6 o 12 meses, según indicación médica, o el tratamiento instaurado, para chequeo de evolución.
- La Hemoglobina Glicosilada en sangre: cada 4 meses si estamos en tratamiento para Resistencia a la Insulina, según indicación médica, o con el chequeo anual
- La Insulinemia y H.O.M.A. en sangre: Debe controlarse cada 4 a 8 meses según indicación médica, para controlar evolución de tratamiento si lo estamos, sino en el chequeo anual.
- La función renal: Debe controlarse cada 12 meses, en el chequeo anual o según indicación médica.
- Las hormonas: Deben controlarse cada 12 meses, o según indicación médica, si estamos en tratamiento hormonal.
- El Peso Corporal: Debe controlarse cada 15 días, si estamos en plan de adelgazamiento con Nutricionista de ser posible. Sino con una vez al mes sería suficiente, para notar cambios en el mismo.
- La circunferencia de cintura: Debe medirse cada 15 días, si estamos con un plan de tratamiento, sino en el chequeo anual, con nutricionista de ser posible.
Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052
Especialista en síndrome metabólico
La Posada del Qenti