Ghrelina, la hormona del hambre

Ghrelina, la hormona del hambre

La ghrelina es la hormona que aumenta el apetito y favorece la acumulación de grasa abdominal. Esta hormona no solo estimula el cerebro provocando un aumento del apetito sino que también la acumulación de lípidos en la grasa visceral, aquella que se sitúa en la zona abdominal y está considerada nociva ya que es metabólicamente activa.

La ghrelina es producida por el estomago cuya función es informar al cerebro de que el cuerpo debe alimentarse. Así su nivel aumenta antes de comer y disminuye después. Se sabía que era importante en el desarrollo de la obesidad, pues al estimular el apetito, favorece el aumento de peso corporal. Pero se ha descubierto que además de estimular el hipotálamo para generar apetito, la ghrelina actúa sobre la grasa, favorece la acumulación de lípidos en la grasa visceral, en concreto provoca la sobreexpresión de los genes de la grasa que participan en la retención de lípidos.

Precisamente la grasa acumulada en la región del abdomen está considerada la más perjudicial pues conlleva la aparición de comorbilidades al relacionarse la obesidad visceral con mayor incidencia de hipertensión arterial, con diabetes tipo II. Además al estar situada en la zona abdominal en contacto directo con el hígado este tipo de grasa favorece la formación de hígado graso o esteatosis hepática y aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la Insulina.

Normalmente al asociarse con hipertensión arterial, niveles elevados de triglicéridos, resistencia a la insulina e hipercolesterolemia, la grasa favorece a la aparición del síndrome metabólico. Al mismo tiempo que se sabe que esta hormona actúa sobre el hígado y la captación de glucosa en el musculo. Se ha visto que esta aumentada en personas obesas y de manera especial, cuando estas además padecen diabetes, con la mayor propensión a acumular grasa visceral que un obeso normoglucemico.

Entonces queda claro que a más grasa, más ghrelina y más obesidad.

Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052

Especialista en obesidad y síndrome metabólico

La Posada del Qenti

Lográ el efecto que querés, viví una vida sana ¡cada día cuenta!

Lográ el efecto que querés, viví una vida sana ¡cada día cuenta!

Mientras hacemos el esfuerzo por cambiar nuestros hábitos muchas veces comemos de más y pensamos que arruinamos todo lo que veníamos haciendo para cuidarnos o si no pudimos hacer actividad física durante la semana ya no volvemos al gimnasio. ¿Cómo podemos manejar la fustración de «haber fallado»?

Quiero contarte que todo lo que hagamos de manera repetida traerá una consecuencia, positiva o negativa ya sea si nos alimentamos muchas veces mal, si tomamos muchas veces seguidas alcohol,
si vamos frecuentemente al gimnasio o si por años no nos ejercitamos, si fumamos mucho o si fumamos cada tanto, si descansamos correctamente o si nunca descansamos….y así miles de ejemplos porque lo que vale es la cantidad de veces que lo hagas…ahí estará «el efecto».

No tanto en la intensidad sino principalmente en la repetición. Si un día comiste desprolijo eso no te hace una persona con sobrepeso, si un día fuiste prolijo eso no te hace una persona saludable. Si un día no te ejercitaste eso no hace que seas sedentario o si un día haces 3 horas de gimnasia eso no te transforma en activo.

No sientas que arruinaste todo por 1 día, preocúpate por los 364 días restantes que tiene el año. Si vas al gimnasio 1 día no habrá «el efecto deseado» pero si vas varios si, y así con todo lo que te propongas! No sos una persona amable y educada por sólo saludar correctamente una vez…lo sos si haces de eso un habito y si forma parte de vos. Entonces tenemos que aprender a sostener y a ejercitar la constancia luego practicar y practicar, en la práctica salen los mejores jugadores.

En invierno nos cuesta un poco más, estamos más guardados, el frio invita a comer más calórico y eso no esta mal, solo hay que aprender a “medir la intensidad en los excesos”, una cena no es la última de tu vida…no hace falta ir con todo. Las juntadas y la vida social activa hace que permanentemente estemos rodeados de comida. Si voy te llevo el postre, si venís trae tal cosa y así! Si sos de los que gana peso en invierno y empieza a desesperarse en primavera, intenta estos meses jugar mas con la moderación, no hace falta comerse todo en invierno y morir de hambre en primavera, no castigues de esa manera a tu cuerpo.

Aprendamos a negociar, a elegir mejor y a cocinar mas en casa, cocinar es un acto de amor. Las sopas caseras son aliadas, los guisitos magros son buena opción para comer calentito, las carnes y vegetales al horno en paquetitos individuales es divertido, las brochettes, lasagna de vegetales, hay muchas opciones ricas y saludables sin caer en el típico delivery de pizza.

Buscamos sentirnos mejor y mejorar nuestra calidad de vida entonces hagamos de esto una práctica diaria, recordemos siempre que somos lo que hacemos de manera repetida. A veces nos olvidamos de las cosas que nos hacen felices sólo por conseguir aquellas que temporalmente nos hacen sentir bien.

Verónica Segreto exclusivo para La Posada del Qenti

Coach Saludable

veronicasegreto.com.ar

¿Cuál es la mejor forma de tratar la obesidad?

¿Cuál es la mejor forma de tratar la obesidad?

La obesidad es una de las enfermedades crónicas mas desafiantes en su abordaje entre otras cosas por su etiología multicausal. Tiene profundas consecuencias para la salud de la persona, la vida de los individuos y para los sistemas de salud.

Evidencias actuales indican que el antiguo abordaje de la obesidad centrado en el peso, no solo es ineficaz en generar cuerpos más delgados y más saludables, sino que también puede favorecer repetidos ciclos de pérdida y ganancia de peso, reducir la autoestima, favorecer conductas alimentarias alteradas, favorecer la estigmatización y la discriminación por el peso y prestar poca atención a otros parámetros y determinantes de la
salud.

Esta comprobado que las dietas no son eficaces en el tratamiento de la obesidad, los beneficios son demasiados pequeños y el daño potencial es demasiado grande, por lo que se recomienda buscar tratamientos más seguros y efectivos para un abordaje mucho más efectivo.

Apoyando esta línea multicausal de la obesidad y desde un paradigma alimentario no restrictivo hay que plantear un tratamiento interdisciplinario, para trascender hacia la transdisciplina, de la obesidad. Favoreciendo un verdadero proceso de reconocimiento de las personas como totalidades que son, la toma de conciencia y responsabilidad de lo que hacen y de cómo lo hacen, de su enfermedad, valiéndonos además de la transferencia de conocimientos que contribuyen a mejorar los comportamientos alimentarios y los cambios en función de su salud, en el contexto en que estos comportamientos ocurren.

Este tratamiento es experiencial y de autodescubrimiento, desarrolla conceptos teóricos – prácticos, utilizando técnicas psicológicas integrativas, dirigidas a incorporar y transformar conductas y actitudes en relación con la comida, con el cuerpo, con uno mismo, para recuperar el bienestar y el peso sano.

Hay que buscar promover en la persona con obesidad conductas beneficiosas en pos de su salud, las que se obtienen como consecuencia de un profundo trabajo de autoconocimiento, de aceptación, de valoración del propio estado, desarrollando una adecuada autoestima, a partir de los recursos disponibles y de las posibilidades reales de las personas. Hay que ampliar la conciencia, es necesario para abordar el problema de la obesidad desde el lugar que lo causa, reaprendiendo a disfrutar de la comida, sin abusar de ella.

Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052

Especialista en obesidad y síndrome metabólico

La Posada del Qenti

El hambre cerebral ¿cómo afecta a tu salud?

El hambre cerebral ¿cómo afecta a tu salud?

Las señales que indican a nuestro cuerpo que tenemos hambre en su mayoría emergen del cerebro y desde ahí se activan respuestas, que mediadas por hormonas, que se traducen en algo tan visible como la sensación de hambre.

¿Cuándo se emiten las señales del hambre? Cuando estamos ansiosos, contentos, cansados, deprimidos, tristes, nerviosos, felices, si estamos con mucho trabajo atrasado o aún tenemos muchas responsabilidades por cumplir, si tenemos frio, calor y así podríamos seguir enumerando situaciones hasta el hartazgo, lo importante es saber  que ante un estímulo emocional se van a disparar factores neuroendocrinos encargados de regular la ingestión y el balance energético, entonces la homeostasis energética del organismo que permite establecer una estabilización del peso corporal y de la masa grasa a través de una red compleja de sistemas fisiológicos que regulan el aporte, el gasto y el almacenamiento en las reservas energéticas se va a alterar y aparecerá el hambre.

¿Qué sucede cuando el hambre proviene de una situación mental o emocional? Se altera el mecanismo que señaliza el nivel de reservas energéticas y manda una señal «engañosa» que se puede transmitir a los centros reguladores del organismo alterándolos. De este modo los lugares de control del sistema nervioso central y en particular el Hipotálamo, deben poder recibir e integrar el mensaje sobre el estado del depósito energético pero lo recibe modificado, como si nos estuviéramos «muriendo de hambre».

Por lo tanto el mecanismo que modula las señales periféricas y los centros nerviosos para intervenir en la regulación de los dos componentes del balance energético y el gasto de energía esta alterado y comemos de mas o mal y dejamos de realizar actividades físicas para evitar el gasto de energía.

Dra. Gabriela Tórtolo – MP. 24052

Especialista en obesidad y síndrome metabólico

La Posada del Qenti

Pequeños cambios en tu vida, grandes resultados para tu salud

Pequeños cambios en tu vida, grandes resultados para tu salud

Lograr una rutina saludable que nos ayude a vernos bien y sentirnos mejor se fundamenta en 3 principios elementales: alimentación balanceada, ejercicio regular y hábitos positivos. Muchas veces existe la intención de llevar una vida sana, pero las personas desconocen por dónde empezar o cuál es el primer paso que deben dar, es por eso que te damos algunos consejos para que rompas la inercia y comiences a dar pequeños pasos hacia un nueva vida.

  • Consumir frutas, verduras y si es posible que sean orgánicas o de estación mucho mejor, cocinar al vapor, al horno o al grill, reducir consumo de los alimentos que contienen muchos conservantes, colorantes, químicos que no son nada buenos para nuestra salud, fíjate los vencimientos..si vence en 2 años…imagínate la cantidad de conservantes que tiene para que esa lata o caja se mantenga así durante tanto tiempo.
  • Incrementar el consumo de agua. 2 litros por días es el mínimo que debemos consumir.
  • Si están haciendo actividad física naturalmente se inclinarán por una alimentación sana (¡nadie termina una clase y se come una torta entera!). Estamos haciendo actividad y como consecuencia, cuidando nuestro cuerpo entonces tratemos de comer rico y sano.
  • Lo importante es tener en claro el camino en el que debemos transitar, si un día comemos una porción de torta (¡que eso también es tener buena vida!) al otro día volver a encaminarnos y así seguir adelante, nada se arruino!
  • Debe haber un equilibrio entre las calorías que consumes y las que gastas. Si consumes mucho más de lo que gastas estaríamos en problemas, esto provocaría un aumento de peso y si gastas más de lo que consumes pasaría de manera inversa, estaríamos adelgazando, pero si no lo hacemos con cuidado podemos perder masas muscular.
  • ¡Piensen que este es un cambio a un nuevo estilo de vida y no algo que vamos a hacer por un tiempo!
  • ¡Aquí nos encaminamos hacia la vida sana! Y es importante transmitirlo en nuestra familia y a nuestros hijos que de chicos prefieran ciertos alimentos a otros, es una cuestión de educación!
  • Transmitir hábitos saludables a nuestros hijos es la mejor inversión en salud para toda la vida.

 

Verónica Segreto exclusivo para La Posada del Qenti

Coach Saludable

veronicasegreto.com.ar

Tips para mantenernos hidratados en invierno

Tips para mantenernos hidratados en invierno

Cuando comienzan a llegar las temperaturas bajas la mayoría de las personas empiezan a tomar menos agua de lo habitual y aunque no transpiremos, el cuerpo necesita el mínimo de líquido para seguir realizando las funciones vitales.

El agua en el cuerpo ayuda a mantener una presión arterial estable, mantiene un correcto funcionamiento del cerebro, elimina desechos, toxinas a través de la orina, mejora la digestión y absorción de los nutrientes como también el tránsito intestinal y; humecta y preserva tanto la elasticidad como la suavidad de la piel.

Y… ¿cuánto hay que tomar?, las guías alimentarias para la población argentina recomienda que deben ser al menos 8 vasos de agua al día, es decir 2 litros, pero hay grupos etarios de la población que deben prestar más atención ya que son más vulnerables a la deshidratación. Ellos son los niños y los adultos mayores.

Tips para mantenernos hidratados

  • Hacer el hábito de tomar un vaso de agua al levantarse y otro antes de irse a dormir.
  • No esperar a tener sed. La sed significa que nuestro cuerpo ya tiene un 2% de deshidratación.
  • Llevar siempre una botellita de agua, sea la calle, trabajo, lo de un amigo, etc.
  • Antes de salir de casa beber un vaso de agua como también al regresar.
  • Recordá que si realizas actividad física es importante hidratarse antes, durante y después.
  • Las infusiones, sopas, mate deben ser contabilizados fuera del agua propiamente dicho, aunque  durante éstas épocas nos ayudan a incorporar líquidos.
  • Evitar consumir alcohol y gaseosas. Si no nos gusta el agua sola, podemos agregarle limón, jengibre o alguna fruta para darle un gusto distinto.

Algo importante para destacar es que las gaseosas realizan la acción contraria, es decir, nos deshidratan. Es por eso que es indispensable el consumo de agua potable en forma diaria.

Lic. María Belén Soria Urizar – m.p. 4047

Área de nutrición

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