La pasta se puede elaborar con diversos cereales, pero el más común es el trigo: el blando y el duro, si se muele trigo blando se obtiene harina, con la cual se hace pan, mientras que al moler trigo duro se obtiene sémola para elaborar pastas. Se puede igual elaborar pastas con trigo blando pero serían de menor calidad, con alto contenido de almidón.
Entre el 60% y 70% están constituidas por hidratos de carbono de absorción lenta (almidón), el 12% – 13% son proteínas (gluten), aportan cada 60 grs (ración para una persona) 200 kcal, siendo casi nulo el aporte de grasas. Son el combustible de nuestro organismo, necesarios para alimentar los músculos ya que son quemados durante el ejercicio y aportan menos calorías que las grasas.
Las pastas proveen de energía rápida para el cuerpo y no se almacenan como grasa de reserva excepto que la ración ingerida supere lo necesario, que su elaboración, cocción y/o acompañamiento sea en base a grasa o que no realicemos actividad física, posterior a la ingesta.
La cocción en demasía, el agregado de aceite al agua de la pasta para reducir la viscosidad y si se le agrega para servirla una salsa a base de carne y/o crema de leche, se guardará el mayor porcentaje como depósito de grasa en el organismo ya que la pasta actúa como una esponja y absorberá la grasa añadida. En cambio el agregado de fibras ya sea en la composición de la harina o verduras/vegetales como guarnición, hará que los carbohidratos están disponibles como energía muchas horas del día, provocando sensación de saciedad lo mismo que el gluten.
Razón por lo que es mas recomendable ingerir el arroz y la pasta a mediodía, porque de esta manera, tenemos la tarde/noche para poder quemar el azúcar en el que se transforman los carbohidratos, única fuente de energía valida para el cerebro. Pero la solución está en la cantidad. Teniendo en cuenta que la porción a ingerir va a depender de la edad, el peso y el nivel de actividad física.
Si se quiere comer arroz o pasta en la cena, deben ser pequeñas porciones, priorizando las verduras y vegetales, evitando agregarles grasas.
Dra. Gabriela Tórtolo
Especialista en síndrome metabólico
La Posada del Qenti
Consulte con nuestros especialistas
[fc id=’32’ align=’center’][/fc]