Ingredientes:
- 2 pocillos de quínoa
- 1 zanahoria chica
- 1 cebolla chica (usé echalotte)
- 1 taza con maní no tostado
- Sal, aceite de maíz o de girasol, un toque de cúrcuma
Preparación:
La quínoa debe ser muy bien lavada para sacarle la saponina que le da el sabor amargo. Se debe pasar varias veces por agua corriente y dejar escurrir.
Picar la cebolla y corta la zanahoria en cubitos muy pequeños.
Colocar una olla de fondo grueso al fuego con el aceite (1 cda. generosa) y blanquea la cebolla.
Añadir la quínoa y revuelve de modo que se perle, como se hace con el arroz para el risotto.
Agregar la zanahoria cortada bien chiquita y cubrir con agua caliente (dos partes de agua por cada parte de quínoa). Sazonar con la sal y la cúrcuma.
Cocinar a fuego suave, revolviendo de vez en cuando, unos 20 minutos. Los granos deben duplicar su volumen. Dado que usamos maní no tostado se debe agregar a la cocción. De lo contrario, lo agregarlo al final.
Es una excelente guarnición para una proteína liviana como pollo o pescado o para acompañar una torre de vegetales.
Lic. Sandra Villarreal
Área de Nutrición
La Posada del Qenti
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